Estoy tan aburrido de las puestas de sol que espero no tener que volver a ver una. Nunca lo dijo nadie.
Asistir en primera fila al acontecimiento más psicodélico del día es, sin duda, una atracción universal, y es difícil encontrar un lugar más idílico para contemplar una puesta de sol que las Baleares. Por su alucinante mezcla de colores, sus fascinantes dibujos y su indiscutible belleza: aquí están los mejores lugares para admirar las puestas de sol más asombrosas de las Baleares.
IBIZA
Diríjase a la playa de Benirràs, en Ibiza, para presenciar la que es, sin duda, una de las mejores experiencias de puesta de sol del Mediterráneo. Espere un espectáculo de cielo con un caleidoscopio de colores siempre cambiante y déjese llevar por un ambiente alegre y hippie. Los domingos son especialmente mágicos, ya que es el momento en que cientos de asistentes descalzos se reúnen para aplaudir, silbar y hacerse fotos, mientras los tambores bohemios ponen la banda sonora adecuada a la intensificación del drama.
Cala Conta es una de las playas más rapsódicas de Ibiza, y con razón: su arena es suave como el polvo y el mar tan claro como un vaso de agua mineral. Aunque las vistas caribeñas de Cala Conta sean dignas de ser admiradas, no hay nada más impresionante que el drama tecnicolor que se desarrolla al atardecer. Si a esto le añadimos el ambiente relajado de Cala Conta, tendremos el recuerdo perfecto para cuando volvamos a la rutina.
MALLORCA
Hay pocos lugares en las Baleares tan fotogénicos como Sa Foradada, la extraña formación rocosa en forma de agujero cerca de Deià, en Mallorca. Al atardecer, diríjase al mirador donde podrá disfrutar de la belleza de una ardiente puesta de sol mientras toma una bebida de celebración en el bar de estilo chiringuito. Cuando el sol se funde por fin con el Mediterráneo y el espectáculo alcanza su punto culminante, va acompañado de un aplauso entusiasta.
Consiga el mejor asiento para el atardecer en 49 Steps, un bar de moda situado a un paso de la emblemática catedral de la capital. Aquí, las cautivadoras vistas de los superyates en el Moll Vell vienen acompañadas de un ambiente relajado y se ven reforzadas por una dichosa brisa marina. Los asientos están perfectamente colocados para que pueda disfrutar de la superproducción diaria de la naturaleza, mientras que los hábiles camareros saben cómo mezclar las bebidas que quitan el filo a un lánguido día en Mallorca.
FORMENTERA
Si piensa que las vistas diurnas desde Es Cap de Barbaria son el sueño de los Instagramers, espere a ver el faro de Formentera al atardecer. Una visita al punto más meridional de las Baleares al final del día incluye un cautivador paisaje marino (¡próxima parada Argelia!), el sonido de las olas chocando contra los acantilados de abajo y cielos que alternan entre el azul cobalto, el rosa intenso y el naranja quemado.
¿Qué mejor manera de terminar una tarde soleada en la suave arena de Cala Saona que viendo cómo el sol se hunde en las luminosas aguas de la isla? Puede contemplar la lluvia de colores de Cala Saona desde la playa, mientras se balancea suavemente en un kayak, o desde la cabaña sobre pilotes con un mojito en la mano. Pero, ojo, los combinados del chiringuito son peligrosamente buenos, así que no nos culpen si un mojito se convierte en cinco.